El Perdón De Los Pecados: La razón de la muerte
Por Asher Cacua
Los diferentes tipos de muerte como pena capital que nos Trae la Torá, se dividen en cuatro clases: sekilá, Lapidacion, serefá, Relacionada con el fuego; éreg, le cortaban el cuello; y jének, ahorcamiento. No cabe duda de que estos castigos eran muy dolorosos y severos, y aunque no se realizaron muchas veces, la idea Divina era que pagaran aquí y limpiaran su alma.
Ya que realizar esto era muy difícil
para el Tribunal Rabínico, especialmente en las épocas de los Templos, debido a
que muchos se convirtieron en idólatras o ateos, y no podía masacrarse a todos,
devolvieron la justicia a “manos” de Dios. Y dice la Guemará (Sanedrín 37b): “Desde el
día en que se destruyó el Templo, se eliminaron las cuatro penas de muerte
hechas por el Tribunal y pasaron a ser celestiales, disfrazadas de accidentes,
y por tanto, una persona que se merece sekilá muere por una caída desde la azotea o
un terremoto, un accidente de impacto, una viga que cae sobre su cabeza, un
tropiezo con caída, un golpe mortal en la cabeza, etc.”
El factor común entre todas es que son
parecidas a la sekilá original. Y si alguien merece serefá, muere por quemaduras en un incendio o por tomar un
veneno, o por mordedura de serpiente o picadura de alacranes o arañas; todos
estos se parecen al concepto de la serefá. Y si es condenado al éreg, el individuo
morirá apuñalado o de un disparo, o en un atentado, o quizá también con el
bisturí durante una operación, todo lo cual pertenece a la familia del éreg. Y si le toca jének, morirá ahorcado o asfixiado, sea por aspirar demasiado humo en un
incendio o por falta de aire, o por comida que se atoró en su garganta, o
simplemente por un ataque al corazón que le impida respirar; y por supuesto, si
se ahoga en el mar o en una piscina.
De una u otra forma, todos los tipos de
muerte corresponden a una de esas cuatro clases. Es importante aclarar que
nadie muere por accidente, sino que todos mueren porque llegó su hora y, estén
donde estén, tendrán que partir. Sin embargo, el alma prefiere, si tiene que
irse, por lo menos con su muerte pagar y limpiar con tal de no tener que
regresar otra vez (Reencarnar).
Nada es al azar ni hay injusticias, en
el articulo anterior hablamos sobre que es el perdón
de los pecados y hablamos que ninguna persona puede morir por los pecados de
otra, citando un versículo de la Torá
que lo dice claramente, pero en otro pasuk (versículo) de la Torá dice también que
Hashem castiga el pecado de una persona hasta la tercera y cuarta generación,
muchos han entendido esto como que los hijos mueren por el pecado de los padres
lo que contradice el versículo anterior, pero realmente los sabios nos han
enseñado, y el Zohar lo explica diciendo que aquí el termino de Padres e Hijos
es entendido como: Padre el que cometió el pecado e hijo es la misma alma pero en otro cuerpo en
otra vida. Por lo tanto esto quiere decir que una persona viene a reparar sus
pecados hasta una cuarta vez en este
mundo, si después de cuatro veces no ha corregido nada, hay otros medios pero
ya no viene mas a este mundo, sin embargo si en cada vida va corrigiendo cosas,
puede venir hasta mil veces o más, y así lo explica el Rabino Amram Anidjar en
su libro el secreto de la reencarnación.
Teniendo en cuenta todo lo que hemos
hablado hasta ahora se entiende que entonces lo que a nuestra vida puede
parecer una muerte injusta, es realmente la justicia divina por cuentas pendientes de vidas pasadas. Pero es
importante agregar que siempre Hay lugar para la Teshuvá (Arrepentimiento) y
esta si bien no le exime de sus responsabilidades de manera instantánea, puede
aminorar la manera en que recibe su juicio. También dijimos que no existen los
accidentes, todo está perfectamente orquestado desde el cielo, por esta razón la
persona siempre debe acudir al arrepentimiento, Dar Tzdaká, aumentar en Mitzvot
y así tal vez pueda cambiar los decretos divinos que se pueden cambiar sobre su
vida. En Youtube aparece un video muy impactante, que por políticas de nuestra página
no lo coloco aquí directamente, pero es sorprendente como un camión que transportaba
ladrillos e iba en plena carretera, encuentra al parecer un pequeño agujero que
le hace saltar un poco, lo que provocó que uno de los ladrillos se saliera del
lugar e impactara justo en la cabeza de la mujer que conducía un auto detrás,
la velocidad de este ladrillo causó la muerte casi que instantánea de esta
mujer, esto es un ejemplo de lo que dice inicialmente este articulo y encaja
perfectamente con uno de los tipos de muerte decretados, solo que esta vez fue
un “Accidente”.
La reflexión a la que debemos llegar es
que toda la creación es perfecta y Hashem siempre hace justicia, debemos
procurar que la justicia que llegue a nuestras vidas sean cosas positivas y
para que esto sea así, cada ser humano debe procurar lograr una Teshuvá
verdadera y como dice el Rab Kook en su libro Orot Ha teshuvá, Doblegar las
fuerzas y el potencial negativo que hay en nosotros y ponerlas al servicio del
creador haciendo lo que sí está permitido y así lo enseña La Torá en devarim (Deuteronomio
10: 12-13) que dice:
“Y ahora Israel ‘¿Qué es lo que el
eterno tu D´os pide de ti, sino solamente que temas al eterno tu D´os, andar en
todos sus caminos, amarle y servir al eterno tu D´os, con todo tu corazón y
toda tu alma así como guardar los preceptos del eterno y sus decretos”
Si la persona trata de recordar esto día
a día, y ponerlo en práctica con esfuerzo, corrigiendo sus “cualidades” negativas y
fortaleciendo las positivas, se mantendrá lejos de caer en el pecado.