Tania 14 de tevet capitulo 12 parte 1: El Benoní
En capítulos anteriores el Tania
solo ha mencionado al Benoní, sin embargo en este capítulo se centra un poco más
en este. Habíamos dicho que en términos de recompensa y castigo y según lo
explica el Rambam en su libro Mishné Torá en Hiljot Tehsuvá, el benoní es aquel
que tiene mitad pecados y mitad Mitzvot, pero esto no es así, es solo como dijo
el Tania “Un nombre prestado” para tratar de entender como es juzgada la
persona por sus obras y que “Veredicto” recibe al final del juicio. Desde este
punto de vista, aquel que tiene más Mitzvot que averot (Pecados) recibe el nombre
de Tzadik, y aquel que tiene más pecados que mitzvot recibe el nombre de Rashá.
Pero Ya hemos Visto que Tzadik tiene dos niveles, aquel que ha eliminado su mal
completamente (Tzadik completo) y aquel que tiene algo de mal pero lo tiene
dominado de tal forma que ya no requiere esfuerzo para sobreponerse al pecado y
jamás peca, este último es el Tzadik “Incompleto”. Vemos aquí que el enfoque
que trae el Tania no es en términos de recompensa y castigo, si no en base a la
cantidad de mal que la persona tiene dentro de sí, o si ya lo transformó
completamente en bien, lo cual no habla solo en términos del juicio, si no como
la persona debe reconocerse a sí misma,
para empezar a trabajar en su corrección para presentarse de mejor manera en el
juicio de las almas.
Que pasa entonces con el benoní, parecería
ser una categoría que no entra ni
siquiera en el nivel de Tzadik incompleto y como no se llama “Tzadik” entonces
hay pecado en él. Y por otro lado parecería que se puede pensar que Tzadik
incompleto es algo no tan elevado por que nos suena en la mente la palabra “Incompleto”.
Sin embargo recordando que para él no hay lucha con su instinto al mal, porque
lo tiene en una especie de Letargo, nos lleva a reflexionar, ¿será esto Fácil? ¿Será
como cuando un judío desea una comida prohibida, Jas Ve Shalom, pero luego dice
NO! Y se aleja luchando con su deseo prohibido? En verdad No, no es tan simple,
Aquí el Tzadik incompleto seria aquel que ve la comida prohibida, no la desea,
no le provoca nada tenerla al frente y mucho menos pensaría en comérsela, porque
su instinto al mal esta Subyugado, No le inclina al pecado.
El Benoní nos enseña El Alter Rebe
¡Tampoco peca Nunca!, ¿Acaso una persona que no peca no merece ser Llamada
Tzadik? Así es, es un Tzadik pero que le cuesta oponerse a su inclinación al
mal aunque después la venza, por esta Razon el Rebe no dijo directamente que es
un Tzadik, por que no entra en las categorías antes enunciadas de Tzadik, porque
aquí su yetzer Hará está en plena acción, no está Subyugado. Pero el Tania dijo
“Nunca se le ha aplicado el nombre malvado ni siquiera por un solo instante de
su vida” ¡Llegar a un nivel tal para un persona común, es todo un Reto! Porque
antes el Tania nos había explicado que una persona que viola una mitzvá aunque
sea de las más sencillas y aparentemente Insignificante, se le aplica el
Terminó Rashá, incluso cuando se transgrede una prohibición Rabínica.
Lo que sucede en el Benoní es que
su alma divina prevalece sobre su Alma animal, es decir, el alma divina “Conquista
la pequeña ciudad”, su cuerpo, pero no mantiene una soberanía indisputable, es
decir su alma animal volverá a intentarlo.
Hay un momento sublime para el
benoní, donde Su alma divina si tiene la soberanía, ese momento es la plegaria,
específicamente, cuando se recita el Shemá y la amidá, en ese momento el Benoní liga su JaBaD o su intelecto a su
creador al meditar en su grandeza y por su deseo ardiente de unirse a Su
creador a través del cumplimiento de mandamientos. Después de la plegaria sin
embargo el alma animal despierta nuevamente y su deseo por los placeres y
apetencias de este mundo regresa, y la guerra con su inclinación al mal comienza
nuevamente, librando cada batalla pero saliendo victorioso.
Quiera el cielo que sigamos esforzándonos
hasta que alcancemos el nivel de Benoní, llegar allí ya es de por si un gran
trabajo.
Por Asher Cacua