PARASHAT BESHALAJ: Confiar en Hashem
Por: Yehudah Abraham Dumetz Pinto.
A
través de la lectura de esta parashat podemos resaltar siete (7) puntos
esenciales del trato de HaShem con el pueblo de Israel. Observamos como Él
Eterno Bendito sea su Nombre guía a los Benei Israel por el camino opuesto a
Kenaán; por entre el Mar Rojo, el desierto y los egipcios. Pero también
constatamos el sublime cantico de Moshé, los disturbios de los Erev Rav, el
Maná y, Amalec, el eterno enemigo de Israel.
Luego
de que el Imperio egipcio sucumbiera con mortandad ante las plagas que HaShem les
envió a través de Moshé Rabenu y, bajo la plaga de la muerte de los
primogénitos, la conducta de Paró cambió hacia los Benei Israel. Los despidió
con palabras bondadosas y, los acompañó fuera del territorio egipcio. Como
consecuencia ante toda esta calamidad, Paró le permitió al pueblo de Israel ir
al desierto a hacer ofrenda a HASHEM. Sin embargo, para cerciorarse de que los
israelitas volvieran a Egipto al cabo de tres días, el Faraón envió con ellos supervisores
egipcios. Al cuarto día los supervisores dijeron a los judíos que el plazo que
les había dado Paró ya había expirado, lo que generó que los israelitas
enfrentaran a estos supervisores egipcios. Aquellos de los supervisores que
lograron huir, dieron informe de que los judíos volvían a Egipto y rechazaban
la libertad.
“…diles
a los israelitas que retrocedan y acampen antes de Pi Hajirot, entre el mar;
frente a Baal Tzefón. Acamparán frente a él, junto al mar. (Shemot 14:2)
Pitón que sería Tanis, ciudad del Delta del Nilo. Tiene un
significado cuya relación semántica apuntaba al trabajo arduo de los israelitas
en Egipto. El significado de esta ciudad (Pitón) es: “Boca cerrada”, aludiendo a la dura y cerrada esclavitud en Egipto
(Torat Emet, 2004). Luego de la salida triunfal
de los Benei Israel, esta ciudad comenzó a ser llamada Pi Hajirot, cuyo significado es “boca o valle
de la libertad”. HaShem entonces, le ordena a los Benei Israel que vuelvan
hacía Egipto para confundir a todos los egipcios.
“Moshé
hizo que Israel viajase del Mar de Juncos y salieron hacia el desierto de Shur.
Anduvieron tres días por el desierto, pero no hallaron agua” (Shemot 15:22)
El
gran comentarista de la Toráh y Talmudista (Rashi “La Toráh con Rashi” 2002. Comentario
360) explica que: “Moshé los hizo viajar contra su voluntad”, porque los
egipcios habían adornado sus caballos con ornamentos de oro, plata y piedras
preciosas y los israelitas estaban ocupados buscándolos en el mar. El botín que
Israel recogió junto al mar fue más grande que el botín que sacó de Egipto. A
todo esto podemos preguntarnos hacernos algunas preguntas:
1. ¿Por qué este botín no lo recibieron
simplemente pidiéndolo, como ocurrió con el botín de Egipto?
2. ¿Por qué Israel descendió a Egipto y, por qué
debieron ser esclavizados?
La gran mayoría de los seres humanos pasan toda su vida
viviendo en un mar de confusión y llegan a partir de esta vida si saber cuál fue
su misión en este mundo. Según algunos antropólogos y primitólogos, tanto ser
humano como animal viven para disfrutar al máximo posible su existencia al
igual que los animales. No obstante, si esto es así, no tendría ninguna lógica
que el hombre nazca para vivir y morir tal como las bestias. En vano entonces,
viene a este mundo. Todo aquel que está alejado de la Toráh llega a afirman que
el hombre es similar al animal, y por eso viven una vida sin sentido alguno y queman
el cuerpo cuando mueren. Es en este estado en el que muchos pueblos del mundo
viven. Tal como un animal ataca a otro para defenderse y alimentarse, y pasa todos
sus días ocupado solamente en su subsistencia; así también viven esos pueblos:
ocupados en guerras por la sobrevivencia y el poder, conquistándose unos a
otros. De igual forma, ocurre entre los animales.
Así mismo, vivían en el antiguo Egipto. Era tanto el nivel bajo de
hechicería e idolatría que, llegaron a idolatrar a los animales pensando que
estos tenían preferencia sobre los seres humanos. Por eso HaShem hizo que Israel
descendiera a Egipto, para que vieran la forma tan baja y corrompida en el que
vivían aquellos idolatras y, para que también comprendieran que eso no era lo
correcto; para que pudieran entender que el objetivo es servir a HaShem y hacer
méritos que les permitiera ganar la vida eterna en el Mundo Venidero y, no
vivir igual que los animales. Razón por la cual, HaShem entregó en sus manos el
botín de los egipcios; para que supieran que el dinero sólo pertenece al Creador.
Y para que comprendieran que el objetivo no es acumular plata y oro, porque
todo depende de la voluntad Divina. Si Él Eterno, desea dar algo, entonces lo
recibirán incluso sin trabajar.
El
desierto ayudó a reforzar en los Benei Israel su identidad espiritual. Rabí
Moshé ben Maimón veía que el paso de Israel por el desierto era una necesidad
importante de la Ashgajá (Supervisión divina), para preparar a las tribus de
Israel y, convertirlas en una nación libre. De esta forma está escrita en su
obra “More Nebujim” La guía de los Perplejos (III, c. 24).
“No
es natural que se eduque el hombre en un clima de opresión y esclavitud con
materiales y ladrillos y en un instante pueda convertirse en un guerrero tenaz
y valiente para pelear con gigantes. Y así fue la voluntad de D-S bendito que
tuvo a los hijos de Israel en el desierto hasta fortalecerles ya que es sabido
que el contorno desértico y salvaje insuflen valentía y bravura creando así una
generación no acostumbrada a la esclavitud ni física ni espiritual”
LA RELACIÓN ENTRE EL ZIVUG Y LA PARNASÁ CON LA PARTICIÓN
DEL MAR
“Moshé
extendió su mano sobre el mar y el Eterno hizo que el mar se desplazara con un
fuerte viento del este durante toda la noche, y convirtió al mar en tierra
seca, y las aguas se partieron”
(Shemot
14:21)
Dicen nuestros Sabios
que encontrar el zivug (la pareja) de la persona y su manutención, son cosas tan
difíciles como partir el mar. ¿Cuál es la dificultad compartida entre la
manutención y el hecho de encontrar pareja, para que ambas cosas hayan sido comparadas
con la partición del mar? Asimismo es necesario entender por qué la dificultad
de encontrar manutención y pareja se compara con la dificultad de partir el
mar. Podemos decir que en el momento en que los Hijos de Israel se encontraban
frente al mar y los soldados del Faraón los perseguían, a ninguno se le ocurrió
que Dios podría llegar a partir el mar para ellos y que de esa forma se salvarían.
Por eso empezaron a gritar al Creador pidiendo que los salvara. Si bien los
israelitas creyeron sinceramente que Dios los salvaría de los egipcios, porque
de lo contrario no tenía sentido que los hubiese sacado de Egipto con grandes
milagros y maravillas, junto con esa fe no tenían la menor idea de qué forma
llegaría su salvación. Podemos decir que encontrar la pareja y la manutención
se asemejan a la partición del mar porque en estos dos aspectos la persona
nunca sabe de dónde llegará su salvación. Es posible que alguien invierta todo
su dinero y sus esfuerzos abriendo un negocio o en cierta inversión, pensando
que de allí llegará su parnasá (Sustento), pero finalmente Quien mueve todas
las causas provoca que su manutención llegue de otro lado completamente
impensado, tal como en su momento el pueblo de Israel no pensó que su salvación
llegaría desde el mar. Algo similar ocurre con respecto a encontrar la pareja
adecuada.
A veces la persona siente que ella es quien dirige todo y que
solamente por sus propios medios logrará decidir quién es adecuado como su
pareja. Pero en verdad es Dios, quien revisa los corazones y los riñones y
conoce a la persona a fondo, quien le envía a la persona más indicada, con
ayuda de la cual podrá construir un hogar repleto de bendiciones y trabajar
sobre sus cualidades. También cuando a primera vista alguien piensa que cierta
mujer no es adecuada para sus cualidades personales y que en consecuencia le
resultará muy difícil convivir con ella, debe confiar y estar seguro de que tal
como el pueblo de Israel no creyó que su salvación llegaría desde el mar y a
pesar de ello así fue, así también Dios dirige las cosas para que esa mujer sea
su compañera de vida, porque solamente ella es adecuada y digna de él, aunque
eso no le resulte tan obvio a primera vista.
La persona sólo obtendrá aquello
que desea si cree que Dios la ayudará, pero si se hace obstinado y afirma que
únicamente de determinada manera resultará bien, eso es una señal de que confía
en sí mismo y no en Dios, y en consecuencia no podrá lograr aquello (Pajad
David, 2017. 508) Que cada día seamos mejores judíos y que HaShem nos siga moldeando