La inmortalidad del Judío
Este artículo fue escrito en 1899
por el famoso escritor Mark Twain cuando el antisemitismo era fuerte en los
EE.UU. Compañías importantes no admitían judíos. Tampoco ciertas universidades
los recibían o, al menos, limitaban su ingreso a estrictos cupos de admisión. Gente
"respetable" como Henry Ford y Thomas Edison, expresaban abiertamente
sus sentimientos antijudíos. Reproducimos el mismo por su notable
vigencia.
Si las estadísticas son
correctas, los judíos constituyen sólo el 1% de la raza humana. Este número revela
que son una insignificante y ligera mota de polvo de estrellas en el destello
de la Vía Láctea.
Ciertamente, el judío debería
pasar desapercibido pero se lo ve y escucha y siempre se lo ha visto y
escuchado. Es tan prominente en el planeta como cualquier otro pueblo.
Tomando en cuenta su pequeñez
numérica, su importancia comercial fuera de toda proporción es sorprendente.
Sus contribuciones a la lista mundial de grandes nombres en literatura,
ciencia, arte, música, finanzas, medicina y pedagogía exceden también toda
suposición.
En todas las épocas ha
protagonizado una lucha maravillosa y lo ha hecho con las manos atadas a su
espalda. Podría sentirse envanecido consigo mismo y ser disculpado por ello.
Los egipcios, los babilonios y
los persas aparecieron, llenaron con sonido y esplendor el planeta, luego se
desvanecieron en la materia de los sueños y desaparecieron.
Los griegos y los romanos los
siguieron y también hicieron mucho ruido y también se fueron. Otros pueblos han
surgido y sostenido sus antorchas en alto por un tiempo. Pero también se
agotaron y permanecen en alguna nebulosa o han desaparecido.
El judío los vio a todos. Los
venció y está ahora como siempre estuvo, sin exhibir ninguna decadencia, ningún
deterioro debido al tiempo, ningún debilitamiento de sus componentes, ningún
retardo en sus energías, ningún aplacamiento de su mente alerta y activa.
Todas las cosas son mortales
menos el judío. Todas las otras fuerzas pasan, pero él permanece.
Traducción: Diana Wang