La circuncisión para convertirse al judaísmo
Como mencioné en el artículo
pasado, la circuncisión no es obligatoria para el no judío, y si este la hace
eso no le convierte en judío automáticamente, debe atravesar un proceso de conversión
según la ley judía.
Sin embargo muchas personas que
aspiran a una conversión se hacen este procedimiento con un medico y les ha
sucedido que cuando se presentan ante el Beit Din (Tribunal Rabínico) y lo
examina un Mohel (Experto en las leyes de Brit Milá), resultó que no estaba
apto, puesto que su circuncisión no cumplía con la ley judía y le tocó volvérsela
a Hacer.
Todo candidato a conversión además
de haber estado preparándose en la ley judía básica que le permita vivir como judío,
y estar viviendo en el seno de una comunidad judía, deberá luego presentarse
ante un tribunal rabínico, estos le harán preguntas para examinar su
conocimiento en la ley judía, el Rabino o institución que lo preparó debe
informar si esta persona ha estado manteniendo la práctica de los Mitzvot que
corresponden al pueblo judío en su vida diaria.
Luego de esto al candidato le es
examinada su circuncisión para verificar que está este de acuerdo a la halajá y
si es así, se le saca una gota de sangre con un pinchazo, este procedimiento se
llama Hatafat Dam Brit. Esto se hace frente a los tres Dayanin (O jueces Judíos)
quienes verifican que todo se haga según la ley.
Luego de esto la persona es
llevada a una Mikvé (Baño Ritual) y frente a los rabinos expertos en
Conversiones se sumerge para culminar su proceso, y luego pronuncia la bendición
correspondiente para sumarse al pueblo Judío.
Mientras la persona no atraviese
todo este proceso no es considerada judía, sin embargo aclaro que si bien
algunas personas se hacen llamar Dayanim cuando no lo son o cuando aun peor ni
siquiera son judíos nada de esto es válido. Por eso es importante que el
candidato a conversión indague si realmente estas personas son rabinos Dayanim,
y están autorizados para hacer conversiones.
Hace poco un chico me escribió preguntándome
sobre el procedimiento que él se había hecho, y resulta que por los otros
detalles que me dio, nada de esto es válido, la única opción es que un mohel
competente le revise su cirugía para ver si quedo bien, algunas veces está bien
y puede terminar su proceso mientras cumpla con los otros requisitos, sin
embargo en mi opinión es mejor no exponerse así, puesto que de no ser apta toca
volver al quirófano y son cosas muy delicadas como para estar jugando con eso.
En Israel las instituciones
encargadas de los procesos de conversión Facilitan a la persona que se haga
este procedimiento con un verdadero mohel y así evita riesgos. Las conversiones
que se hacen fuera de Israel son problemáticas si no se hacen bajo el amparo de
una comunidad judía seria, algunas son llamadas conversiones halájicas por que
no están reconocidas por el estado de Israel, y esto es válido pues varios
sectores de judíos no son Sionistas y prefieren hacer esto sin una validación del
estado, pero obviamente es válido por la ley judía. Sin embargo bajo esta
figura están muchos aprovechando para ofrecer conversiones a personas, cobrar
un buen dinero y cuando estos supuestos conversos llegan donde un mohel que les
examine resulta que no son aptos, entonces como pueden llamarse conversiones
Halájicas si no se cumple con la halajá.
La persona debe saber cuál es la
halajá de las conversiones y no pensar que aquello que se llama “Conversion
Halajica” es algo que no lo vale el estado
pero que si tiene el estatus de judío, porque si no se cumple con la
halajá no son judíos independientemente del estado político de Israel.
Es preferible que la persona tome
todas las medidas adecuadas y no se deje maravillar fácilmente por tribunales judíos
que no son aptos, o por aquellos grupos mesiánicos que les hacen creer que son judíos
aunque hagan todo como lo dice la ley.
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