El secreto del judaismo
En Crown Heights, Había un judío,
Su nombre era Yankel, que era dueño de una panadería. El sobrevivió a los
campos de concentración. Una vez dijo: “¿sabes porque es que estoy vivo hoy?”
yo era un niño, un adolescente en ese momento. Estábamos en el tren, en un vagón
de carga, para ser llevado a Auschwitz. Llegó la noche y hacia mucho frio, frio
mortal, en ese vagón. Los alemanes dejaron los vagones al lado de las pistas
durante toda la noche, durante días sin comida y por supuesto sin mantas para
mantenerse calientes, sentado a mi lado estaba un judío mayor de mi ciudad
natal, lo reconocí pero nunca lo había visto así. Estaba temblando de pies a
cabeza, y tenía un aspecto horrible. Así que envolví mis brazos alrededor de él
y comencé a frotarlo para calentarlo. Le froté los brazos, las piernas, la
cara, el cuello. Le rogué que aguantara. Toda la noche; me quede con el hombre calentándolo
de esta manera. Estaba cansado, me estaba congelando a mí mismo, la noche pasó,
llegó la mañana y el sol comenzó a brillar. Hubo un poco de calor en la cabina
y luego miré a mí alrededor, para ver a los demás judíos en el vagón. Y para mi
horror todo lo que podía ver eran cuerpos congelados y todo lo que podía oír
era un silencio sepulcral. Nadie más en ese vagón pudo pasar la noche y
murieron a causa de la helada. Solo dos personas sobrevivieron: el viejo y yo…el
anciano sobrevivió porque alguien lo mantenía caliente; yo sobreviví porque
estaba calentando a otra persona….”déjame que te cuente un secreto del judaísmo.
Cuando calientas los corazones de la gente, logras permanecer con calor. Cuando
buscas apoyar, alentar e inspirar a los demás entonces descubres apoyo,
estimulo e inspiración en tu propia vida también. Eso, amigos míos es el judaísmo.