LOS DEBERES DEL HOMBRE EN ESTE MUNDO
El hombre fue creado para deleitarse en el Señor y disfrutar el resplandor de Su santidad, pues es el placer verdadero. Pero el sendero para llegar a nuestro objetivo, es entender que "Este mundo es el pasillo al mundo venidero" (Avot 4, 42), y los medios que conduce al hombre a esta finalidad son los preceptos ordenados a nosotros por el eterno.
Por lo tanto fue colocado el hombre en este mundo para que logre el lugar preparado para él en el mundo venidero y disfrute allí los beneficios por él adquiridos con los preceptos, "Hoy para materializarlos y mañana para recibir la recompensa" (Tratado Eruvin 22a).
La perfección real es el apego a el Santo, Bendito sea, como dice el rey David: "Y yo en las cercanías del Señor hallo mi bien" (Salmos 73:28) y continua "Y sólo una cosa clamé del Señor, aquello pediré, moraré en la casa del Señor todos los días de mi vida". Para que el hombre sea merecedor de este beneplácito debe trabajar y concentrar sus esfuerzos para conseguirlo.
Hashem colocó al hombre en un lugar donde muchos son los factores que lo alejan de El, y ellos son: las codicias materiales, que al inclinarse a ellas se irá alejando del verdadero bien, y se encuentra en el medio de una gran batalla, pues todo lo relacionado a este mundo, sea bueno o malo son exámenes hacia el hombre; la riqueza de un lado y la pobreza por el otro, como dijo el rey Salomón "Por si me hartare renegaré y diré quién es el Señor"; el sosiego por un lado y el sufrimiento por el otro, hasta que la guerra lo envuelve por delante y detrás.
Si el hombre vence la guerra en todos los flancos, conquiste sus instintos y pasiones, y se distancie de los factores que lo alejan del bien, se convertirá en un hombre íntegro que merecerá unirse a su Creador.
El mundo fue creado en función de la persona, pues si se inclina tras este mundo y se aleja de su Creador, se corrompe el mundo junto a él; pero si se autocontrola y se une a su Creador y utiliza el mundo sólo como apoyo para el servicio al Señor, se eleva y eleva el mundo junto a él.
(Midrash Rabba 7:28) expresa "Considera lo que hace el Señor...", "En momentos en que creo el Señor, Bendito sea, al primer hombre lo tomo y le exhibió todos los arboles del paraíso diciéndole: observa mi obra, cuan bella y digna de elogio es, y todo lo que he creado por tí lo he creado, atiende, pues no corromperás o destruirás mi mundo" (Kohelet Raba 7).
En conclusión, el hombre no fue creado por su situación en este mundo, sino por su posición en el mundo venidero, ya que su vivencia en este mundo es sólo un medio hacia el mundo futuro cuál es su objetivo final.
Para alcanzar nuestro objetivo en esta vida contamos con las siguientes etapas del proceso de crecimiento espiritual, como las ordenaba Rabbi Pinjas hijo de Yair: la prudencia, la agilidad, la limpieza, la abstinencia, la pureza, la devoción, la humildad, el temor al pecado, y la santidad. Y ahora la aclararé progresivamente con la ayuda del cielo.
vídeo: Mesilat Yesharim venciendo a nuestra naturaleza
Si deseas seguirnos puedes hacerlo en el botón de seguirnos
en la vista de escritorio, o suscribirte a través de mail, o si deseas que te
lleguen los mensajes a tu Whatsap, puedes enviar la palabra difusión y el país
desde nos escribes al +972548076117