LAS 10 TRIBUS PERDIDAS: ¿Volverán alguna vez las diez tribus perdidas?
Por Yehuda Shurpin
Antes de discutir adónde fueron
realmente las diez tribus perdidas, debemos determinar si efectivamente se
reunirán alguna vez con los demás judíos.
Hay una disputa entre dos grandes
sabios documentada en la Mishná sobre si las diez tribus volverán:
Rabí Akiva dice: “las diez tribus
no volverán, como dice el versículo (Deuteronomio 29:28), ‘y el Señor los
desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran enojo, y los arrojó a
otra tierra, hasta hoy’.1 1 Así como el día pasa y nunca regresa, de la misma
forma, estarán exiliadas para siempre”.
Rabí Eliezer dice: “Así como al
día lo sucede la oscuridad y la luz retorna luego, así también, aunque se
pondrá ‘oscuro’ para las diez tribus, Di-s las sacará finalmente de la
oscuridad”.2
El Talmud luego cita una
tercera opinión:
Rabí Shimón ben Ieudá, de la
ciudad de Aco, en nombre de Rabí Shimón, dice: “si sus acciones son como las de
aquel día,3 no regresarán; si no, sí lo harán”.4
Entonces, en síntesis, parece
haber tres opiniones sobre el tema. Rabí Akiva sostiene que las diez tribus no
volverán; Rabí Eliezer sostiene que sí volverán; y Rabí Shimón dice que depende
de si se arrepienten o no de sus acciones.
Rabí Akiva: perdidas para
siempre
Si se analiza con más
profundidad, la opinión de Rabí Akiva necesita más explicaciones, ya que parece
contradecir claras profecías sobre la reunión definitiva de las diez tribus con
el resto de Israel.
El profeta Iejezkel describe la
reunión definitiva entre las diez tribus y la tribu de Ieudá (las diez tribus
son representadas por la tribu de Efraim, porque su capital estaba en la
porción de territorio de esa tribu):
Diles: "Así dice el Señor,
Di-s: 'He aquí, tomaré la vara de Iosef, que está en la mano de Efraim, y las
tribus de Israel, sus compañeros; las pondré con aquella, con la vara de Ieudá,
y las haré una sola vara, y serán una en mi mano'". Y las varas en que
escribas estarán en tu mano a la vista de ellos, y diles: "Así dice el
Señor, Di-s: 'He aquí, tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones adonde
han ido, los recogeré de todas partes y los traeré a su propia tierra. Y haré
de ellos una nación en la tierra, en los montes de Israel; un solo rey será rey
de todos ellos; nunca más serán dos naciones, y nunca más serán divididos en
dos reinos’”.5
Además, el profeta predice en
detalle cómo Israel se dividirá en trece6 partes en el momento de la
redención.7 Entonces, ¿a qué se refiere exactamente Rabí Akiva cuando dice que
las diez tribus no volverán?
El rabino Iosef Albo (1380-1444),
para intentar reconciliar estas profecías con la opinión de Rabí Akiva, explica
que Rabí Akiva creía que las profecías se habían cumplido durante la era del
segundo Templo Sagrado de Ierushaláim.8 De todas formas, esto es problemático
si se considera el hecho de que en el Midrash, el mismo Rabí Akiva compara el
exilio de las diez tribus de Israel con lo que experimenta una viuda, lo que
implica que se han ido para no regresar.9
¿Ya han vuelto?
Si bien muchos creen que todos
los judíos de hoy son descendientes de tan solo dos tribus y media, la verdad
es que cuando las diez tribus fueron capturadas y enviadas al exilio, quedó un
décimo de su población. Como proclama el profeta Amós: “Porque así dice el
Señor, Di-s: La ciudad que sale con mil, se quedará con cien; y la que sale con
cien, se quedará con diez en la casa de Israel”.10
Además, hay otro registro del
regreso de algunas de las diez tribus: el rey Ioshiahu prometió restaurar el
Templo Sagrado, que había estado abandonado un largo tiempo. Durante la
restauración, que era supervisada por el gran sacerdote Jilkiahu, se encontró
un antiguo pergamino de la Torá de la época de Moshé. Este rollo único de la
Torá había estado guardado en el Kodesh Hakodashim del Templo, pero en los
tiempos de los reyes adoradores de ídolos, un sacerdote probo lo quitó de allí
para esconderlo en un lugar secreto del Templo. Cuando el rollo de la Torá fue
abierto y leído, se abrió en la sección de Devarim que contiene una advertencia
en la que Di-s alerta al pueblo judío contra las terribles consecuencias de
descuidar la Torá y los mandamientos, algo que los conduciría a la destrucción
y al exilio.
El rey, profundamente conmovido y
afligido, rasgó sus ropas y ordenó a Jilkiahu y a otros cuatro mensajeros
reales que buscaran a los sagrados profetas para interrogarlos sobre qué hacer
en vista de la divina advertencia que acababan de recibir. Los mensajeros del
rey fueron a la profetisa Juldá, quien entonces profetizó la inminente condena
al exilio.
El Talmud dicta que, en
circunstancias normales, el rey debió haber mandado a buscar a Irmiahu, el
profeta principal. Sin embargo, Irmiahu estaba en una misión divina para las
diez tribus, a las que de hecho reunió y devolvió a Israel, donde Ioshiahu las
gobernó.11
De todas formas, esto no
significa que el profeta Irmiahu haya devuelto a todas las tribus del exilio,
sino que más bien reunió a algunas personas de las diez tribus12 que habían
conseguido escapar del exilio forzado.13 Luego, se reunieron con el resto del
pueblo judío y fueron incluidas en su historia.14
En vista de lo anterior, podemos
comprender mejor la opinión de Rabí Akiva de que las diez tribus no regresarán.
Lo que quiere decir es que los que estaban destinados a regresar ya lo han
hecho; el resto está perdido para siempre, mezclado con los otros pueblos.15
Lo que nos queda, entonces, es
una discrepancia respecto de si el resto de las diez tribus, aquellos que no
regresaron, volverán alguna vez para reunirse con el resto del pueblo judío.
El Rambam escribe, en referencia
a la disputa entre Rabí Akiva y Rabí Eliezer sobre si las diez tribus perdidas
alguna vez regresarán, que “cuando hay en el Talmud una disputa que no es
relevante para nuestros juicios, la ley judía no dictamina en ninguno de los
dos sentidos”.16
Sin embargo, hay quienes sí
dictaminan y dicen que seguimos la opinión de Rabí Eliezer de que las diez
tribus se reunirán finalmente con el resto de Israel en el momento de la
redención, con la llegada del mashíaj.17
Este articulo fue extraído de jabad.org
Este artículo es el segundo de
los tres que componen la serie de las tribus perdidas de Israel. No deje de
leer “El exilio de las diez tribus perdidas" y “¿Dónde están las diez
tribus perdidas?”.
NOTAS AL PIE
1. Los sabios están de acuerdo en que este versículo hace
referencia al futuro exilio de las diez tribus. En lo que discrepan es en el
significado exacto del versículo.
2. Talmud, Sanedrín 110b.
3. Significado: si sus acciones continúan siendo como las de
“aquel día”, el día del exilio, entonces no regresarán. Si, por el contrario,
se arrepienten, entonces sí volverán.
4. Talmud, ibíd. Ver también Talmud de Ierushaláim, Sanedrín
10:5.
5. Iejezkel37:19-22.
6. La tribu de Iosef se dividió entre los descendientes de
sus dos hijos, Menashé y Efraim.
7. Iejezkel,
caps. 47-48.
8. Rabino
Iosef Albo, Sefer Haikarim 4:42.
9. Eijá Rabá 1:3. Ver también: rabino Don Itzjak Abarbanel
(1437–1508), Yeshuot Meshijo, Iun 1:4.
10. Amós 5:3. Ver, de todas formas, Seder Olam Rabá 22, que
manifiesta que un octavo de la población permaneció. Quizás la cifra del
Midrash incluye a aquellos que fueron devueltos por el profeta Irmiahu. Ver
también la respuesta de Rabí David ben Zimra (Radbaz, 1479–1589), Oraj Jaim
8:85.
11. Talmud, Meguilá 14b y Erjin 33a.
12. Rabí Shlomo Itzjaki (Rashi), en Talmud, Sanedrín loc. cit.,
s.v. ein atidin lajazor.
13. Ver Abarbanel, Yeshuot Meshijo loc. cit.
14. Estas otras tribus no se mencionan en el libro de Ezra
(cap. 2) en la lista de las que retornaron a Israel para construir el Segundo
Templo, porque se entremezclaron con las tribus de Iehudá y Biniamín y están
incluidas en ellas. Ver Yeshuot Meshijo loc. cit.
15. Ver Talmud, Ievamot 16b–17a; Rabí Iehudá Loew (el Maharal
de Praga, 1525–1609), Netzaj Israel, cap. 34.
De manera alternativa, algunos
explican que Rabí Akiva no se refería a si regresarían en el momento de la
última redención, sino a si tendrían participación en el Mundo por venir. Según
esta opinión, la visión de Rabí Akiva era que aquellas personas exiliadas no
tendrían participación en el Mundo por venir; sin embargo, su descendencia se
redimiría y tendría participación en él, y esa descendencia volvería en el
momento de la redención final (ver comentarios de rabeinu Nisim y rabeinu David
en Sanedrin loc. cit.).
16. Comentario del Rambam en Mishná, Sanedrin 10:3.
17. Ver Yeshuot Meshijo y Netzaj Israel, loc. cit.
Hay una regla general que dice
que en un desacuerdo entre Rabí Akiva y otro erudito, la resolución final la
dicta la visión de Rabí Akiva. Sin embargo, aquí esa regla no se aplica,
porque: 1) Aquí hay varios sabios que están en desacuerdo con Rabí Akiva: Rabí
Eliezer, Rabí Shimón y Rabí Iehudá; 2) cuando Rabí Iehudá el Príncipe dijo que
“las diez tribus están destinadas al Mundo por venir”, estaba declarando la
conclusión del Talmud (ver Rabí Itzjak Lampronti [1679–1756], Pajad Itzjak, p.
172). Además, el Talmud mismo parece reprender a Rabí Akiva por su opinión, al
decir que “shavká Rabí Akiva lejasiduté”:Rabí Akiva abandonó su habitual
espíritu de bondad y generosidad, puesto que siempre intentaba exonerar al
pueblo judío. Ver Ieshuot Meshijo, loc. cit. para una posible razón por la cual
Rabí Akiva decidió tomar esta postura en esta instancia.
…Continuará…
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