¿Qué es la TZEDAKÁ?
Tzedaká es una palabra hebrea que
significa solidaridad. Tiene su raíz en la palabra tzedek, justicia. Así,
ayudar a los desfavorecidos ES HACER TZEDAKÁ, es hacer justicia. La ayuda a
quienes necesitan no es entonces un acto de bondad, sino una obligación ética.
En el judaísmo la pobreza no es
una maldición inexorable. Su ampliación o reducción dependerá de la voluntad de
los seres humanos y del modo en que organicen sus sociedades. La insensibilidad
frente a ella es una falta de gran gravedad. No se trata de un tema meramente
material, tiene las más profundas implicancias espirituales. Hacer tzedaká es
una mitzvá a través de la cual se adquiere mérito, felicidad y paz espiritual.
Desde este punto de vista se entiende que quien ayuda al otro, se está ayudando
a sí mismo.
"Le abrirás tu mano (...) como para cubrir su necesidad en aquello
que le haga falta" (Deut.15.8).
El sentido de este precepto es
que debemos alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, dar un colchón
al que carezca de uno, y una manta al que carezca de una (Libro de los
Preceptos).
El célebre sabio judío RamBam
(Maimónides) explica que existen ocho niveles en la tzedaká según
El grado de voluntad con que se da
La espontaneidad
El grado de anonimato de quien da
El grado de anonimato de quien es beneficiado
La función final de la ayuda
Hacer tzedaká es una mitzvá a
través de la cual se adquiere mérito, felicidad y paz espiritual. Desde este
punto de vista se entiende que quien ayuda al otro, se está ayudando a sí
mismo.
Los ocho niveles son los siguientes:
El nivel más elevado en el
ejercicio de la Tzedaká es ayudar a una persona a mantenerse por sus propios
medios antes de que ésta lo necesite o empobrezca. Esto se hace ofreciéndole
una ayuda concreta en forma digna, otorgándole un crédito adecuado o ayudándolo
a encontrar un empleo o establecer un comercio, de manera que no se vea
obligado a depender de otros.
En el segundo nivel el donante no
conoce al que recibe y a su vez, el que recibe no conoce al donante. En el
tercer nivel, el donante conoce la identidad del que recibe, pero el que recibe
no conoce la identidad del donante. El cuarto nivel es el de la donación
indirecta. El quinto nivel es cuando se ofrece y se da la ayuda aunque quien la
necesita no la haya pedido. El sexto nivel es ayudar al necesitado sólo cuando
éste lo solicita. El séptimo consiste en ayudar en menor medida de las
posibilidades que uno realmente tiene, pero haciéndolo con alegría mientras que
el octavo - aunque igualmente válido - es cuando se hace a desgano.
Algunas frases con que el Tanaj y
la Torá nos enseña solidaridad:
"No endurecerás tu corazón
al menesteroso" (Deut.15.7)
"Bien que no debe haber en
medio de ti, menesteroso alguno" Ese es el mandato divino. La pobreza debe
ser erradicada. ( Deut. 15.4)
"Porque no dejará de haber
menesteroso en la tierra, por lo mismo yo te mando diciendo: Ampliamente has de
abrir tu mano a tu hermano, es decir a tu pobre y tu menesteroso en tu
tierra" (Deut. 15.11)
Cada persona está obligada a dar
Tzedaká, de acuerdo con sus medios, aún el hombre pobre mantenido por Tzedaká,
siempre que tenga entrada suficiente para vivir de ella.
"Los pobres, los
menesterosos, buscan el agua y no la hallan; su lengua está seca por la sed,
pero Yo, D\'s, los oiré. Yo, el D`os de Israel, no los abandonaré (Isaías
41.17).
Todos los hombres son
responsables de las necesidades de cada miembro individual de la comunidad.
El libro de los Preceptos:
"Tan valioso es dar a los
pobres, que nuestros sabios no han tenido reparos en decir que más que lo que
el dueño hace por el pobre, hace el pobre por el dueño"
tomado de:
https://www.tzedaka.org.ar