LA BARAITA DE PINJAS BEN YAIR (LA ESPIRITUALIDAD)
Esta baraita incluye todos los elementos mencionados
anteriormente de una manera organizada.
Rabi
pinjas Ben Yair dijo:
La Torá
conduce a la vigilancia (Zehirut)
La
vigilancia conduce a la diligencia (Zeirut)
La
diligencia conduce a la limpieza espiritual (Nekiyut)
La
limpieza espiritual conduce a la abstinencia (perishut)
La
abstinencia conduce a la pureza (tahará)
La pureza
conduce a la devoción (jasidut)
La
devoción conduce a la humildad (anavá)
La
humildad conduce al temor al pecado (yir´at jet)
El temor
al pecado conduce a la santidad (Kedushá)
La
santidad conduce a la inspiración trascendental (Ruaj Ha´kodesh)
La
inspiración trascendental conduce a la resurrección de los muertos (tejiyat
ha´metim)
Vemos en esta baraita que el
crecimiento espiritual empieza con La Torá, esta es solo el comienzo, el
estudio de Torá es el inicio del crecimiento de la espiritualidad porque es la
que tiene los conocimientos o enseñanzas que nos permiten crecer como personas,
entender nuestra función en este mundo y nuestro servicio a Hashem, este
estudio debe conducirnos a la práctica y a los hechos.
Debemos estudiar Torá y empezar a ser
vigilantes de nuestros actos, analizar lo que se va a decir, lo que se va a
actuar etc. sopesar el impacto de las
cosas que vamos a hacer para así
descartarlo o llevarlo a los hechos de tal forma que el impacto de nuestros
actos siempre sea positivo como decía Ludwing Van Bethoven “si vas a romper el
silencio que solo sea para mejorarlo”.
Si empezamos a vigilar nuestros actos
esto conduce a la diligencia, es decir,
que la persona empieza a combatir la pereza, su concentración en cumplir
mitzvot se agudiza y no desaprovecha las oportunidades que Hashem le presenta
para cumplir Mitzvot o ayudarle a cumplir las tareas de rectificación de su
alma, en conclusión, ya la persona no anda a tientas en un mundo tan caótico e
incomprensible cuando no se tiene Torá.
Cuando la persona empieza a actuar de
este modo, empieza a corregir su alma lo que le lleva a un punto más elevado
que el anterior y es lo que llama la baraita “limpieza espiritual”. Por ejemplo si la persona empieza a alejarse
de conversaciones vanas, como lo enseña el arizal, si empieza a cuidar sus ojos
de ver cosas prohibidas, entonces la persona va eliminando pensamientos impuros
y su conducta o servicio a Hashem se ve más limpio y adecuado.
La abstinencia, a la cual se llega
con la limpieza espiritual, se refiere a que el individuo llega a tener un
mayor control de sus deseos y de esta
forma se abstiene a transgredir las ordenanzas de nuestro creador, por lo tanto
el alma cada vez más se hace más pura y esto lleva a un cambio del
“semblante” o en otras palabras el alma
empieza a elevar al cuerpo de su naturaleza material, que es el objetivo según
lo que enseña el Ramjal en su libro Derej Hashem:
Y en el lugar que el hombre se
encuentra también es material y oscuro, y todo lo que hay en él es material; y
es imposible que todas las actividades del hombre en relación con sí mismo y
con el mundo no sean actividades materiales y corporales, puesto que todo es
material y corporal; y la característica propia del hombre y la combinación de
sus partes lo obligan a dedicarse a esa actividad, pues es imposible que viva
sin comer o beber o el resto de sus funciones naturales y es imposible que viva
sin bienes ni posesiones mediante los cuales consigue estas necesidades.
Entonces tanto por el lado del cuerpo del hombre como por su entorno y sus
actividades el se encuentra inmerso en la oscuridad de lo material y requiere
de mucha energía y un gran esfuerzo para elevarse a una situación más pura que
esa mientras necesita por naturaleza todos estos asuntos materiales.
Sin embargo, su profunda sabiduría
dispuso las cosas para que aunque el hombre se encuentre necesariamente inmerso
en lo material, como escribimos, pueda
obtener desde la materialidad misma la perfección y la elevación hacia la
pureza y la excelencia a través de actividades mundanas y precisamente al
rebajarlas representara su elevación, y es justamente a través de ello que
obtendrá inigualable gloria y honor: al convertir la oscuridad en luz y las
tinieblas en una luminosidad brillante.
Y esto es así pues el creador,
bendito sea su nombre, estableció los términos y las normas bajo las cuales el
hombre debe hacer uso del mundo y sus criaturas y respecto de lo que debe ser
su relación a ellos, y cuando el hombre los utiliza acorde a esos términos y
normas y con la intención que ordeno el creador, bendito sea su nombre, esas
mismas actividades físicas y materiales se convierten en actos de
perfeccionamiento y a través de ellos en el hombre la perfección y la gran
excelencia y esto hace que Ascienda de su condición inferior, elevándose por
encima de ella. No obstante la sabiduría suprema tomó en consideración toda la
imperfección que hay en la naturaleza
del hombre y toda la excelencia y el honor verdaderos que el hombre necesita a
apegarse a él y gozar de su bondad y por todo esto estableció para el
disposiciones y restricciones que, al observarlas, harán que se incremente en
el toda la excelencia verdadera que necesita, como mencionamos, y se elimine de
él todo aquello que separa al hombre del apego al supremo11.
Continuando con la explicación de la
baraita, vemos que la pureza conlleva a la devoción, lo que significa que la
persona devota (jasid) ya ha avanzado en su crecimiento espiritual y no se
considera devoto a aquel que hace mecánicamente las cosas pero no conecta lo
físico con lo espiritual mientras lo hace, es decir que además de hacerlo debe
tener conciencia de lo que hace y para que lo hace como dice el versículo
Me honra
con sus labios, pero aleja de mí su corazón, y su veneración hacia mí es sólo una
tradición aprendida de memoria
(Isaías
29:13)
Lo correcto es que una persona devota
incremente su humildad, pues es consiente en todo momento de la grandeza de la
creación y de la bondad infinita de Hashem y el temor al pecado es mas grande.
Cuando una persona es temerosa de caer en pecado entonces puede considerarse
santa si ya ha logrado avanzar en todos los aspectos anteriores, y solo en este
nivel de santidad Hashem puede comunicarse más fácilmente con esa persona
puesto que su alma ha elevado en santidad a su cuerpo y este puede entonces
acercarse de una manera diferente a Hashem. Si una persona logra todos y cada
uno de los aspectos mencionados en la baraita de Rabi pinjas ben Yair, será
merecedor de estar en la resurrección de los muertos y la vida eterna.
Analicemos un poco esto desde lo que
enseña la Parashá Vaigash, donde la palabra “enviado” se repite varias veces,
dice que Yosef envió 10 burros cargados a su padre, según la opinión de Rashí
estos 10 burros eran sus hermanos ya que ellos llevaban la carga de haber
vendido a su hermano Yosef y reconocían que todo lo que les acontecía en Egipto
era su Tikun por la venta de su hermano, pero ¿Por qué nunca sospecharon que
ese gobernante era Yosef? Pues porque siempre creyeron que lo que hicieron fue
lo correcto. Después vemos que Paró (faraón) envió carruajes a la familia de
Yakov, que fueron destruidos por sus hijos, y luego Yosef envía otros carruajes
en los que si se vino Jacob y su familia, incluso Yosef mismo se había considerado
un enviado en algunas Parashiot anteriores a Vaigash, por ejemplo cuando Paró
tiene los sueños el dice “no soy yo quien interpreta, es Hashem responderá a
Paró”. En parashá Vaigash Yosef se revela a sus hermanos y ellos TIEMBLAN al
descubrir que es Yosef, hay varias interpretaciones y una es que pensaron que
Yosef iba a tomar represalias por su pasado… sin embargo Yosef les dice “así
debía ocurrir Hashem fue el que me envió a Egipto”. Vemos que el mismo se
considera un enviado, ¿Qué quiere decir con esto Yosef? Pues además de
tranquilizar a sus hermanos vemos a Yosef en una actitud de madurez y al mismo tiempo
le dice a su hermano Yehuda, “el reinado es tuyo” no te preocupes, eso es lo
que intenta decir Yosef…
Que el solo es un enviado para esa
situación específica pero que no es el centro de la historia.
Todos en este mundo somos enviados de
Hashem, es decir tenemos una misión, así como Yosef entendió que su misión no
era ser gobernante de sus hermanos (como lo había creído en un sueño años
antes) si no que sería gobernante de Egipto en un periodo importante en la
formación del pueblo de Israel. Yosef luchó con su inclinación al mal al ser
seducido por la esposa de Potifar, Luchó con su ego al quererse mostrar como
mas ante sus hermanos al pedirle que le interpretaran los sueños, luchó con la
gran prueba de tener poder y riqueza en este mundo y cumplió su misión porque
entendió que para eso fue enviado. Todos somos “enviados” a este mundo con una
misión, esa misión es apegarnos a nuestro creador, para lo cual necesitamos
cumplir los mandamientos y hacer el proceso de escalera que muestra la Baraita antes
citada…necesitamos aumentar el brillo de nuestra alma y elevar la materia de
nuestro cuerpo, hay distractores que nos alejan de la misión en este mundo,
precisamente eso hace la meta mas difícil pero acrecienta la recompensa.
Las
personas caen en el mal sin percatarse de ello
(Jeremías
8:6)
Los seres humanos tenemos la
tendencia a justificar nuestros actos sin analizar primero si de verdad
estuvieron bien. La táctica del yetzer hará (inclinación al mal) es mantenernos
ocupados y llevarnos al estrés, eso es lo que pasa en este mundo actual, el
hombre se ve obligado a usar su tiempo en trabajo, cuidado de los niños etc. y
hay poco tiempo para el estudio y el crecimiento espiritual. El hombre debe
reflexionar sobre el bien verdadero, ya que el bien desde cada punto de vista
puede ser parcializado, pero el bien que viene de Hashem y está consignado en
la Torá es el verdadero, también debemos estudiar acerca de cuál es el mal
verdadero (Lashon Hará, no cuidar sus ojos, transgredir mitzvot) y por ultimo
reflexionar a que categoría pertenece este mal.
No se debe actuar sin haber sopesado
el acto, se necesita el anhelo de la perfección, y esto quizás es lo más
importante porque lleva a un esfuerzo constante y saber la recompensa y el
castigo, algunos obstáculos son el involucramiento en los asuntos mundanos, la
frivolidad y el cinismo y las malas compañías…una persona que quiera superarse
debe alejarse de las malas influencias.
Quiera el cielo que este estudio
permita quitar los distractores mentales que vienen infundados que alejan de la
misión a los justos de las naciones y apegarnos
al servicio adecuado para nuestro creador.
1. Mesilat yesharim ; Rabi Moshé Jaim Luzató
2. Ramjal, Derej Hashem, pagina 55, 56