REENCARNACIÓN

La reencarnación puede ser comparada con un auto nuevo que ha sufrido un accidente que destruyó su carrocería, pero cuyo motor permanece intacto. El mecánico aconseja al dueño que coloque ese motor dentro de una carrocería vieja. Este auto aparenta ser viejo, pero en realidad puede ganar carreras automovilísticas.

Lo mismo vale para una persona que comete alguno de los pecados mencionados en la Torá y en consecuencia, sufre daños graves en su cuerpo y alma. En muchos casos no se considera una “pérdida total”, y HASHEM decide darles una segunda o tercera oportunidad. A veces no se necesita la reencamación en si, y puede que baste con un tratamiento menor, como Ibur. Esto significa que HASHEM une dos almas en una sola mientras estén con vida, de manera similar al médico que toma el órgano de una persona para ponerlo en el cuerpo de otra persona, lo cual los beneficia y completa.

Nuestros sabios han revelado los siguientes casos verídicos de reencarnaciones:

• Una persona adinerada que rehusó dar caridad, fue reencarnado como una persona pobre, porque dijo “Tuve tanto dinero que no pude vencer mi avaricia y ayudar a los demás a mi costa”.

• Un joven apuesto, que atraía a muchas jóvenes fue reencarnado como alguien poco agraciado, puesto que dijo “Las mujeres me sedujeron por ser tan atractivo”.

• Un rabino que fue demasiado estricto respecto de una pregunta acerca de terefá (carne no casher) y causó que una persona pobre tire la carne, la cual contenía un alma sagrada en espera de su tikún (restauración). Dicho rabino fue castigado por causar pérdida monetaria a ese indigente, y fue reencarnado como un pobre.

• Los hombres pueden ser reencarnados como mujeres y viceversa. Esto puede explicar por qué encontramos casos de hombres y mujeres que se comportan como individuos del sexo opuesto, y por qué existe una revolución feminista. Muchas mujeres trabajan en ocupaciones tradicionalmente masculinas, en la industria o en el ejército, porque de hecho portan un alma masculina dentro de un cuerpo femenino.

El Midrash Talpiot escribe lo siguiente:

En Castilla, España, había un toro lisio para ser torturado y matado en la plaza. Un judío tuvo un sueño en que su padre le rogaba: “Por favor, ayúdame. Debido a mis pecados fui reencarnado en aquel toro. Sálvame y compra ese toro a cualquier precio antes de que me hagan terefá. Degüella al toro y entrega la carne a estudiosos de la Torá pobres. La corte celestial me permitió aparecerme a ti con elfin de que mi alma pueda ascender del animal y merezca reencarnarme
corno un ser humano

(Mkjrash Tatpot. GwiIgid, )

El Pele Yoetz escribe lo siguiente:

La creencia en la reencarnación crea temor a HASHEM, ya que nos da la capacidad de imaginar cuánto sufrimiento y aflicción recibe el malvado. La reencarnación en forma de objeto inanimado (piedra)» vegetal, animal o ser humano es
peor que el purgatorio. El Arízal vio que el alma de un piadoso fue reencarnada como oveja porque había tenido relaciones maritales a la luz de una vela» provocando daño a su descendencia. Uno debe temer y arrepentirse en vida, antes de que sea demasiado tarde. Es extremadamente amargo para el alma recordar cuán alto había estado y qué tan bajo ha sido enviada en tales criaturas. Rabenu el ArIza!
Vio miles de almas rogar y clamar por ayuda.
(Prk Yottz. Guilgul)

El Jemdat Yamim relata otra historia:

Un rabino aconsejó a su alumno que fuese a cierta ciudad pues su pareja se encontraba allá. El fue desposó a la hija de un hombre adinerado, recibiendo una fortuna. Pasados tres meses su esposa falleció. Su rabino le reveló entonces e! secreto: la mujer con que se casó era realmente el alma de un hombre que reencarnó, y que en una vida anterior había sido su socio en negocios y le había estafado mucho dinero, Por eso, afin de ser retribuido disfrutó de ¡a belleza de su esposa por tres meses y luego recibió la herencia.

(Jendai Yoméi,,, Tikú,, Awrno 3)

Es sabido que este siglo más que ningún otro, es el fin de la línea de muchas generaciones previas. Todos los fracasos de miles de afios se están reuniendo y esperando por el tikún final. Por esto hay tantos avances tecnológicos, y muchos jóvenes son genios, inventando cantidad de patentes nunca vistas. Más aún, HASHEM ha traído a los más sagrados así como los más malvados al mundo cara a cara, en el mismo período. Para ver quién ganará la “lucha libre”.
Podemos ver madres solteras que crían a sus hijos sin padre por cuenta propia. Podemos ver gente que tratan de legalizar sus acuerdos de parejas del mismo sexo. Nuestros sabios dijeron en ese contexto:

Treinta Mitzvot fueron aceptadas por los descendientes de Nóaj, pero solo cumplen tres: Ellos no escriben una ketubá para hombres, no venden carne humana en las carnicerías y
honran la Torá,
(Talmud Juláa 82a)

Esta generación más que ninguna otra, tiene muchas enfermedades nuevas y sufrimientos. Esto se debe a que esta es la última oportunidad de la humanidad y la medida se ha ido colmando a través de los siglos. Debemos, por lo tanto eliminar los pecados acumulados y hacer teshuvá y aflicción, de modo que podamos ser salvados del purgatorio y lleguemos al Mundo Venidero purificados y listos para heredar el Paraíso. Debernos rezar a HASHEM para no perder esta última oportunidad de enmienda.

Debemos tener en cuenta que el ser humano no fue creado para vivir en solitario. No es mera coincidencia que un hombre se haya casado precisamente con quien es su esposa. El matrimonio forma parte de un plan mayor, de modo que sea más fácil para la pareja mantener la armonía doméstica y mantener la Presencia Divina en su hogar.

Rabino Rafael Cohen Soae