Recordar la salida de Egipto y la espiritualidad
Hashem sacó a Israel de Egipto
con muchos milagros, y en un proceso largo ya que cada plaga duró 24 días (Tanchuma),
esto sirvió como proceso de corrección
para el pueblo, por lo tanto cada persona tiene la obligación diaria de
examinarse a sí mismo, tal como cuando se busca el jametz, y se saca de la
propiedad, y así como es la búsqueda del jametz, también pasa que exista la
posibilidad que halla algún jametz que no fue encontrado, a pesar que se hizo
una búsqueda exhaustiva. Este jametz representa aquellas cosas que son inconscientes
en nosotros...es fácil empezar a corregir las cosas evidentes, pero muchas cosas
de nuestro comportamiento a veces son inconscientes
y a veces estas causan más daño a los que nos rodean.
Hay quien dice que el jametz
representa también el ego o el orgullo, y este a veces es aquel jametz oculto
que requiere mucho más esfuerzo para poder encontrarlo y eliminarlo. Por lo que
si se hace diariamente esta búsqueda dentro de nosotros poco a poco se entrena
la persona para identificar más claramente los defectos inconscientes y poder
corregirse como persona y de esta forma crecer espiritualmente. Esto en otras
palabras es lo que dice el Ramjal en su libro Mesilat Yesharim cuando se
refiere a la vigilancia de los actos que empieza con el estudio de la Torá para
poder saber que quiere Hashem de una persona.
Les dejo aquí la baraíta de pinjas ben Yair que resume los pasos para conseguir la espiritualidad.
Les dejo aquí la baraíta de pinjas ben Yair que resume los pasos para conseguir la espiritualidad.
Que tengan todo Un pesaj Kasher
ve sameaj, que sigamos creciendo espiritualmente como seres humanos, corrigiendo
aspectos de nuestra personalidad, mejorando nuestra relación con el prójimo, y
evitando causarle daño a los que nos rodean.
La Torá conduce a
la vigilancia (Zehirut)
La vigilancia
conduce a la diligencia (Zeirut)
La diligencia
conduce a la limpieza espiritual (Nekiyut)
La limpieza
espiritual conduce a la abstinencia (perishut)
La abstinencia
conduce a la pureza (tahará)
La pureza conduce
a la devoción (jasidut)
La devoción
conduce a la humildad (anavá)
La humildad
conduce al temor al pecado (yir´at jet)
El temor al pecado
conduce a la santidad (Kedushá)
La santidad
conduce a la inspiración trascendental (Ruaj Ha´kodesh)
La inspiración
trascendental conduce a la resurrección de los muertos (tejiyat ha´metim)
