LAS 10 TRIBUS PERDIDAS: El Contexto
Fue durante el ocaso del reinado del rey Shlomó cuando Di-s envió al profeta Ajiá de Silo a reprender a Shlomó y a informarle que, por sus pecados, Di-s le quitaría el reino. Pero por ser él hijo del rey David, apartaría del trono a su hijo, a quien dejaría gobernar una tribu.1
Poco después, en el año 29642 de
la Creación, el rey Shlomó falleció, y el pueblo de Israel se reunió en la
ciudad de Siquem para la coronación de su hijo, Rejoboam. El pueblo, luego de
haber tenido que pagar altos impuestos durante el reinado de Shlomó, ansiaba saber
cuáles serían las políticas de Rejoboam. Siguiendo el mal consejo de sus
jóvenes asesores, Rejoboam confrontó al pueblo con la siguiente declaración:
"Mi padre hizo pesada su
carga, y yo la haré aun más pesada; mi padre los castigó con látigos, pero yo
los castigaré con escorpiones".3
Al oír esto, el pueblo de Israel
se dispersó y estableció su propio reino en el norte. Ieroboam, hijo de Nabat,
fue su rey.
Ieroboam temía que si les
permitía a los judíos llevar sus ofrendas al Templo Sagrado de Ierushaláim, su
lealtad retornaría al rey de Ieudá y él, Ieroboam, podría ser asesinado.
Entonces, instaló ídolos en los dos extremos de su reino, uno en Betel y otro
en Dan, y dijo: "Ierushaláim es muy lejos para ustedes; aquí están sus
dioses, oh Israel, que los han traído desde la tierra de Egipto".4 Además,
Ieroboam puso guardias y bloqueó los caminos que llevaban a Ierushaláim, para
detener a cualquiera que quisiera dirigirse al Templo Sagrado. Así
permanecerían hasta que los liberara Oshea, el último monarca del reino del
norte.
Solo las tribus de Ieudá y
Biniamín5 seguían reconociendo la dinastía del rey David, a su nieto Roboam y
al reino de Ieudá.
El fin del reino del norte
El pueblo del reino del norte
continuaría, a lo largo de las generaciones, con las costumbres idólatras y
pecaminosas de sus antepasados. Pero fue durante el gobierno del rey Ieroboam
ii,6 hijo de Ioash y decimotercer monarca del reino del norte, cuando los
judíos llevaron sus costumbres nefastas aun más lejos.
El rey Ieroboam ii reprimió al
vecino reino de Moab, capturó partes de Siria y estableció la paz con el reino
de Ieudá. La situación política estable se tradujo en prosperidad económica.
Mantuvieron buenas relaciones con los fenicios, los comerciantes y marineros
más importantes de la época, e introdujeron productos lujosos y exóticos en el
reino judío. Desafortunadamente, la inusual prosperidad causó el derrumbe de
los valores morales. Se ignoraban los ideales judíos (así como los
mandamientos) vinculados con la ayuda a los pobres y con la práctica de la
justicia, la amabilidad y el cariño. Esta degeneración de la moral trajo
consigo un aumento de la idolatría. La gente construía altares en las montañas
para honrar a los dioses canaanitas, Baal y Ashtoret. Los becerros de oro, los
ídolos que Ieroboam i había instalado en el norte y en el sur del país para
alejar a la gente del Templo Sagrado de Ierushaláim, eran venerados más que
nunca antes, y las enseñanzas del judaísmo y los mandamientos eran tratados con
indiferencia.
Di-s envió al profeta Amós a
reprender a los judíos y a advertirlos del exilio y de la destrucción de la
casa de Ieroboam7 , que serían inminentes si no se arrepentían y regresaban a
Di-s.8 En lugar de hacer caso a su advertencia, se enojaron, y su líder, el falso
sacerdote Amatziahu, incitó al pueblo a atacar a Amós.
Sin embargo, el rey Ieroboam, en
un acto de inesperado respeto por la palabra de Di-s y por sus profetas,
protegió a Amós, y no permitió que le hicieran daño. Fue gracias a este acto de
respeto que su reinado duró 41 años, más que el de cualquier otro monarca del
norte. 9
Luego de la muerte del rey
Ieroboam, el reino del norte comenzó a deteriorarse rápidamente. Apenas seis
meses después del fallecimiento de su padre y de su propia coronación, el rey
Zejariá fue asesinado por Shalum, el hijo de Iabesh.10 A partir de ese momento,
casi todos los reyes llegaron al poder y lo ejercieron mediante la fuerza. Por
este motivo, se los suele denominar "usurpadores" en lugar de
"reyes".11
Las diez tribus
En el año 3154, ciento noventa
años después de la separación de los reinos, Menajem ben Gadi ocupó el trono
luego de asesinar a Shalum, quien había gobernado durante apenas un mes, y se
convirtió en el decimosexto rey de Israel. Fue durante su reinado cuando los
asirios invadieron la tierra de Israel.12 El rey Menajem, un despiadado monarca
que era capaz de destruir ciudades enteras ante el más mínimo indicio de
rebelión, tuvo que lidiar con el rápido decrecimiento de su popularidad al
mismo tiempo que con la invasión asiria. En lugar de ofrecer resistencia a los
invasores, prefirió exigir importantes impuestos a sus súbditos para pagar
tributo a los asirios a cambio de que respetaran su poder.13
El dominio asirio sobre la tierra
de Israel comenzó a ejercer más presión. El rey Pecaj llegó al trono luego de
asesinar al rey Pecajía, hijo de Menajem. Al ver que no había manera de evitar
ser completamente dominados por Asiria, se unió a la sublevación que el rey
Ritzin de Siria había organizado contra los asirios, con la esperanza de
reclutar a Egipto en un esfuerzo por detener el aluvión de la conquista.
Luego de que el rey Iotam (y más
adelante su hijo el rey Ajaz) de Ieudá se negara a formar parte de la rebelión
contra los asirios, Pecaj y Ritzin invadieron la ciudad y asesinaron a muchos
de sus habitantes. El rey Ajaz entonces pidió rescate al rey de Asiria,
Tiglatpileser, que aprovechó la oportunidad y se dirigió a Siria, derrotó al
rey Ritzin y anexó su tierra a la propia para convertirla en una de las provincias
asirias. Luego se volvió contra Israel y anexó parte de su tierra, y con ella
tomó cautivas a las tribus de Neftalí14 y Zebulún.15 Así fue cómo, en el año
3187, se exilió la primera de las diez tribus del reino del norte.16
Ese mismo año, el rey asirio
organizó una revuelta contra el rey Pecaj, bajo el mando de Oshea, hijo de Ela,
que asesinó al rey y fue luego designado vasallo de Asiria.
En el año 3195, el octavo año de
Oshea como vasallo de Asiria, los asirios capturaron a los rubenitas, a los gaditas,
y a la mitad de la tribu de Menashé17 , los llevaron al exilio en Jalaj, Habor,
Haran y el río Gozán18 y llevaron con ellos al ídolo que el rey Ieroboam había
instalado en Betel para reemplazar al Templo Sagrado.19
Al ver esto, Oshea se rebeló contra
los asirios y envió mensajeros en busca de apoyo al rey de Egipto. Luego se
nombró a sí mismo gobernador independiente de los remanentes del reino del
norte.20 Además, acabó con el bloqueo que durante cientos de años había
impedido el paso a Ierushaláim y dio así a los israelitas la posibilidad de
elegir entre servir a Di-s en el Templo Sagrado o continuar ejerciendo la
idolatría.21 A eso se refiere el versículo a propósito de Oshea: "Hizo el
mal a los ojos del Señor, aunque no como los reyes de Israel que lo
precedieron".22 Sin embargo, aunque los guardias fueron removidos, los
judíos continuaron sus costumbres idólatras y no se dirigieron al Sagrado
Templo de Ierushaláim.23 Cuando Shalmaneser, el sucesor de Tiglatpileser, se
enteró de la rebelión de Oshea, arrasó lo que aún quedaba de la tierra de
Israel y sitió la ciudad capital de Shomron. Luego de tres años, la ciudad
finalmente cayó y la arrasaron por completo, sin dejar siquiera sus
cimientos.24 Luego tomaron cautivos a todos sus habitantes, incluso a los que
quedaban del reino del norte, incluido su rey.25
Así fue como en el año 3205, al
final del reinado de Oshea (el decimonoveno rey de las tribus del norte), que
coincidió con el sexto año del reinado del monarca Jizquiahu de Ieudá, el reino
del norte cayó y el resto de las diez tribus se exiliaron.
Este artículo es el primero de
los tres que componen la serie de las tribus perdidas de Israel. No deje de
leer "¿Volverán alguna vez las diez tribus perdidas?" y "¿Dónde
están las diez tribus perdidas?".
Este articulo fue extraído de jabad.org
NOTAS AL PIE
1. I Melajim 11:11-15.
2. Todos los años aquí citados están basados en los trabajos
tradicionales Seder Olam y Seder Harodot, a menos que se especifique lo
contrario. El año 2011 equivale al año 5771 de la Creación, por lo que el año
2964 de la Creación equivale a 797 a.e.c.
3. I
Melajim 12:14.
4. I
Melajim 12:28-29.
5. I
Melajim 12:21. Aunque creemos que el versículo manifiesta antes que solo
una tribu permanece leal a la casa del rey David (ver I Melajim 11:13 y 12:20),
se consideraba a la tribu de Biniamín parte de Ieudá y secundaria respecto de
ella, ya que Ierushaláim, la capital, estaba en las secciones tanto de Ieudá
como de Benjamín, de modo que el gobernador de Ierushaláim gobernaba las dos
tribus .
6. No confundir con el antes mencionado Ieroboam, hijo de
Bebat, el primer monarca de este reino.
7. Amós 7:9.
8. Ibíd. 5:7.
9. Tana D’vei Eliahu Zuta 17; Talmud, Pesajim 87b.
10. II Melajim 15:14.
11. Ver el Talmud de Ierushaláim, Horiot 3:2.
12. Según algunas opiniones, fue durante su reinado que los
asirios, bajo el liderazgo del rey Pul, capturaron a los rubenitas, a los
gaditas y a la mitad de la tribu de Menashé, y los llevaron al exilio en Jalaj,
Habor, Hara y el río Gozán. Ver I Divrei Haiamim 5:26. Ver comentarios del
rabino Eliahu de Vilna y el rabino Meîr Leibush ben Jehiel Michel (Malbim)
Ibíd.
El Midrash (Eijá Rabá,
Introducción 5) registra una disputa sobre cuál de las tribus se exilió
primero. El rabino Elazar opina que las tribus de Reuben y Gad se exiliaron
primero, y el rabino Shmuel bar Najman opina que fueron las tribus de Zebulún y
Neftali. Este desacuerdo se origina en el hecho de que en el recuento de
Melajim (en oposición al de Divrei Haiamim) no se menciona que el rey Pul tome
cautivas a las tribus de Reuben y Gad.
Hay quienes siguen el Midrash
(Bamidbar Rabá 22:7), que declara que las tribus de Reuben y Gad fueron las
primeras en exiliarse como castigo por no querer tomar una parte de la tierra
de Israel para sí y, en cambio, instalarse en "la otra orilla" del
río Yardén. Con el objetivo de simplificar la cuestión, este artículo sigue la
opinión del rabino Shlomo Itzjaki (Rashi) en sus comentarios en II Melajim 17:1
y en Ieshaiau 8:23, y la simple lectura de Melajim, que menciona primero el
exilio de la tribu de Neftali durante el reinado del monarca Pecaj.
13. II
Melajim 15:17-23.
14. II
Melajim 15:29.
15. Ieshaiau
8:23.
16. Ver, de todas formas, la nota número 9. Según otra opinión,
las tribus de Reuben y Gad se exiliaron antes.
17. I Divrei Haiamim 5:26. Ver también Rashi en II Melajim 17:1
e Ieshaiau 8:23. El versículo en Divrei Haiamim menciona tanto al rey Pul como
a Tiglatpileser como responsables por el exilio de las tribus de Reuben, Gad y
Menashé. Algunos comentaristas (ver Malbim en Divrei Haiamim, Ibíd.) concilian
esta discrepancia explicando que el rey Pul exilió solo a una parte de esas
tribus y que el resto de ellas fue exiliada más adelante.
18. La identificación de estos sitios será discutida en un
futuro episodio de esta serie.
19. Ver el comentario de Rashi en II Melajim 17:2, y Seder Olam
Rabbah 2. El que Ieroboam había instalado en Dan había sido llevado al exilio
antes, con las tribus de Zebulún y Neftali. Esto significó el cumplimiento de
la profecía que figura en Oshea 10:5-6: "Por los becerros de Bet Avén se
atemorizarán los atemorizados los vecinos de Shomron. Sí, su pueblo se
lamentará a causa del becerro, lo mismo que los sacerdotes que se regocijaban
de su gloria, la cual será disipada. El propio becerro será llevado a Asiria
como presente al rey Yareb; Efraim será avergonzado, e Israel se avergonzará de
su consejo".
20. Ver el comentario de Metzudat David a II Melajim 17:1.
21. Talmud, Taanit 30b–31a y Guitin 88a.
22. II Melajim 17:2.
23. Nuestros sabios nos cuentan que fue la remoción del bloqueo
que hizo el rey Oshea lo que llevó al desmantelamiento de lo que quedaba del
reino del norte. Durante el tiempo en el que los guardias del rey eran quienes
evitaban que los judíos fueran al Templo Sagrado, los judíos eran considerados
solo parcialmente responsables. Sin embargo, al no ir los judíos a honrar a
Di-s en el Templo Sagrado una vez que los guardias fueron removidos, la suerte
de lo que quedaba del reino del norte estuvo echada. Así lo dice el profeta
Oshea (Oshea 5:3): "Yo conozco a Efraim, e Israel no se me oculta; porque
ahora te has prostituido, Efraim, se ha contaminado Israel". En otras
palabras, solo entonces su idolatría se tornó comparable con la prostitución
(ver Talmud, Gutin 88a).
Ver también el Talmud de
Ierushaláim, Taanit 4:7, y Tana D’vei Eliahu Zuta 9:4, que explican que hasta
el momento la culpa y el castigo cargaban sobre el individuo, específicamente
el rey, pero que en esta ocasión no se hizo cargo de forma personal sino que inculpó
al pueblo.
Es por eso que los sabios dicen
que quienes realizan buenas acciones pero no las llevan a término son
responsables por las vidas de su familia. Si el rey Oshea hubiera llevado las
cosas un poco más lejos y hubiera quitado los ídolos y obligado a los judíos a
dirigirse a Ierushaláim, este último exilio podría haberse evitado.
24. Mijá 1:6.
25. Posteriormente, los asirios reubicaron extranjeros en el
reino del norte. El objetivo era seguir con la política asiria de reacomodar a
los cautivos para eliminar cualquier sentimiento de pertenencia que pudieran
tener para con su tierra. Estos nuevos habitantes se llaman cuteanos y
samaritanos (ver II Melajim 17:24).
…Continuará…
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