LA IMPORTANCIA DE SALIR DE LA DUDA

Por Asher Cacua

Enseña el Pirké Abot (ética de los padres), “Hazte a un Rabino y sal de la duda”   a simple vista parece algo lógico, el que no sabe, pregunta, pero en mi experiencia enseñándole a las personas he visto que estas palabras de nuestros sabios del Pirké Abot, son más profundas de lo que parecen, vamos a analizar por qué.

La Torá nos enseña que es una MItzvá (mandamiento) matar a Amalek, Amalek fue el primero que se opuso en guerra al pueblo de Israel al momento de la salida de Egipto, en guematria Amalek Suma 240, lo miso que la palabra “Safek” (duda). Si analizamos ahora la salida de Egipto con esta nueva visión, podemos también interpretar que lo que atacó al pueblo de Israel al salir de Egipto fueron las Dudas, dudas hacia donde iban, como sería su vida después de cientos de años en un pueblo extranjero, que quería Hashem de ellos etc… no es difícil imaginar la cantidad de preguntas que se le pasaron por la mente al salir de un lugar donde ya estaban acostumbrados a estar.

Preguntas siempre llegan a nuestra cabeza diariamente, del trabajo, de nuestro hogar, de decisiones a tomar, eso es normal, lo incorrecto es no salir de la duda (No matar a Amalek).

Si no salimos de la duda lo más seguro es que caigamos en manos de nuestra inclinación al mal, cuya mejor estrategia es hacerte caer en la duda. La duda puede ser buena o puede ser no tan buena,  cuando la duda obliga a indagar a estudiar, de seguro de esa manera supera la persona al Yetzer Hará y mejoramos nuestras cualidades, pero si la duda te lleva a los miedos, a los chismes,  a no actuar, de seguro te ganó tu yetzer Hará. Por ejemplo, en temas de Torá si uno lee algo Aveces uno lo interpreta de una forma y si otra persona lee lo mismo lo interpreta de otra forma, esa es la maravilla de nuestra Torá, pero no tenemos el conocimiento aveces para saber cual de nuestras opiniones personales  va de acuerdo a la Torá, pero Hashem Nos ha regalado Grandes Tzadikim en el pueblo, nunca nos ha dejado solos, por lo tanto debe buscar a un rabino o a su Moreh que sabrá que enseña La Torá al respecto. Las verdades individuales son muchas pero la verdad de la Torá es absoluta, si no fuera por la Torá el mundo caería en la anarquía donde cada quien defiende su propia verdad.

Cuando una persona escuchó o vió  algo que dijo su compañero o maestro, y no lo entendió o lo entendió mal y se queda callado deja que esta duda empiece una lucha interna entre diferentes pensamientos y aveces la conclusión es que lo escuchó o vió está equivocado, y empieza la cadena donde ya no se transmite lo que dijo exactamente la persona si no nuestro juicio u opinión al respecto, un ejemplo en la Torá es Yosef y sus hermanos, La Torá nos dice que Yosef llevaba “malos testimonios” de sus hermanos, las religiones han entendido esto como que “llevaba testimonios de lo malos que eran los hermanos” hay vemos un juicio personal de alguien que finalmente se transformó en verdad para estas religiones tachando de malvados a los padres de las tribus de Israel. Sin embargo nuestros sabios nos enseñan que ellos eran tzadikim, analicemos este ejemplo:

El Midrash dice Bereshit relata lo siguiente:

Informó yosef a Iaakov:

Los vi consumir carne arrancada de un animal vivo que no había sido matado aún.

En realidad, los hermanos no eran culpables de dicha trasgresión. Iosef no había interpretado bien lo que había visto. Los pudo haber visto como carne de un animal que aún temblaba después de haber sido matado según los ritos, lo cual es permisíble.* De no ser así, los observó consumir el feto de un animal encontrado dentro de su madre matada conforme a los ritos. Dicho feto no necesita ser matado en forma individual.

Hashem castigó a Iosef mida- kenegued- mida por su lashón hará pronunciado acerca de sus hermanos. -Tú dices que no mataron el animal que comieron”- dijo Hashem. En compensación, veras que aun cuando le muestren la sangre de un chívíto a tu padre y la atribuyan a ti, previamente habrán matado al animal (aunque no tengan el propósito de comerlo).

“Los oí llamar a los hijos de Bílha y Zílpa esclavos” contó Iosef a su padre.

En efecto, los hermanos solían dirígirse a los hijos de Bilha y Zilpa como los ‘hijos de las sirvientas, haciendo referencia al status original de sus madres cuando se casaron con Iaakov. Los hermanos no querían significar que seguían aún en su condición de sirvientas. Eran plenamente conscientes del hecho que Iaakov había liberado a Bílha y Zilpa antes de casarse con ellas.

-“Sospechaste en forma equivocada- dijo Hashem. - Por ello, tú mismo serás vendido como esclavo’.

“Los vi tratar con mujeres canaanitas”.

Los hermanos hicieron transacciones comerciales con mujeres canaanítas, que ellos consideraban permisibles, mientras que Iosef no.

-“Si tú te consideras más justo”- dijo Hashem -“te someteré a una prueba. La esposa de Potifar te seducirá y veremos cuál será tu reacción”

Si bien los informes de Iosef acerca de sus hermanos seguramente eran en su beneficio (para que Iaakov los reprobara por sus pecados), no había estudiado el asunto lo suficiente y equivocó su opinión respecto de sus hermanos. Aun si sus hermanos hubiesen realmente cometido los pecados que él sospechaba, de todos modos Iosef actuó incorrectamente. Su obligación era recriminar a sus hermanos antes de relatar el asunto a su padre. Esto pudo haber aclarado el malentendido o haberlos inducido a cambiar de opinión. Por lo tanto, todas las palabras de Iosef constituyeron lashón hará y por ello fue castigado por Hashem mida- kenegued- mida por todos ellos.

Vemos que como dice el texto, Yosef no Indagó, que es lo que se debe Hacer ante una duda. Lo correcto es que se acercara a preguntarles a sus hermanos por qué hacían tal cosa y si ellos le hubieran explicado hubiese eliminado su mala interpretación de lo sucedido.

Aquí vemos nuevamente que no salir de la duda se puede convertir en un Chisme o Lashón Hará, lo correcto es que nos dirijamos a esa persona e indaguemos sus razones y así evitamos muchos más inconvenientes o evitamos dañar el buen nombre de esa persona.

Por lo tanto la persona está obligada a indagar, cuestionar y no creer algo sin tener todas las bases para aceptarlo como un nuevo conocimiento, aquello que se enseña como una imposición y como algo que no se puede cuestionar.

Aprendemos que nuestros sabios buscan que la persona aprenda y no que sea adoctrinada, solo a través del conocimiento de Torá la persona puede acercarse a Hashem.

Por Asher Cacua